Minuciosamente, con su arte maravilloso del suspense, Patricia Highsmith analiza el lento trabajo de la corrupción en un ser acechado por la muerte, convertido en una marioneta del inquietante Ripley. El asesinato de dos mafiosos quizá no sea verdaderamente un crimen; el dinero, que su mujer y su hijo necesitarán después de su muerte, quizá no sea, en realidad, dinero sucio...