En 1998 el bibliotecario Gurber encontró el diario de Leibniz, el filósofo de Wolfenbütel. El presente volumen recoge sólo una muestra, se ha preferido omitir los textos científicos y conservar la oscuridad de algunos pasajes. El lector encontrará fragmentos censurados por el propio Leibniz de sus cartas y no pocas confidencias de un hombre que solía hablar de todo salvo de sí mismo.