La teniente Angela Souza ha recibido una llamada que cambiará su vida: en un apacible pueblo montañés se ha cometido un asesinato. No se trata de un crimen normal, a ella nunca la llaman para casos corrientes. Junto al cadáver ha aparecido un cuadro que refleja con un realismo abrumador la escena del crimen. Este es solo el primer hecho de una sucesión de incidentes que teñirán de negro la Costa Quebrada del mar Cantábrico. Para enfrentarse a ellos, en una carrera contrarreloj, la teniente tendrá que ganarse la confianza de un equipo en el que no es bien recibida, pero también contará con un aliado inesperado, un falsificador de obras de arte llamado Zhao. Juntos, perseguirán a un asesino que parece no existir.