La alucinante atmósfera de este libro, sumada a su virulencia, convierten Habitaciones exiguas en una metáfora de la desesperanza, de la capacidad de autodestrucción del ser humano, de la soledad y la amargura.
Los personajes protagonistas de esta novela -Sydney, Roy y Gareth- son como ángeles oscuros situados en la frontera que separa lo infernal de lo celestial. Víctimas de una pasión desenfrenada, acaban hundiéndose en el pozo sin fondo de la crueldad, la humillación y la violencia.
Habitaciones exiguas es una historia en la que el amor, la voluntad de dominación y de sometimiento, y el ansia de posesión se apoderan de tal modo de sus protagonistas que nada puede detenerlos, ni siquiera la tortura o el crimen.
La obra de James Purdy (1924-2009) se caracteriza por la dureza de sus planteamientos,
su lenguaje áspero y su desprecio hacia todos los convencionalismos.
Su talento fue reconocido por numerosos escritores y críticos: Edith
Sit well, Angus Wilson, Paul Bowles, Susan Son tag, Gore Vidal o George Steiner
lo elogiaron entusiásticamente cuando era aún muy poco conocido en su
país.
Su primera novela, Malcom, publicada en 1959, está lejanamente inspirada
en la picaresca cervantina, pero instalada en un mundo cruel y perverso. En
otras obras, como Cabot Wright Begins o Eustace Chisholm and the Works, al
igual que en estas Habitaciones Exi guas, Purdy explora a fondo los motivos
del deseo sexual, la pasión y el amor desesperado. Como alguien dejó escrito
en una frase que ha perdurado, James Purdy fue un maestro de la literatura
del mal.