Hay mañanas en que las me siento el mejor del mundo. Y soy capaz de tocar todos los intrumentos, practicar todos los deportes, conquistar todos esos planetas con los que he soñado... Pero también hay mañanas en las que lo más importante es... ¡ay, casi se me olvida! Felicitar a mamá.
Una deliciosa historia sobre el cariño de los niños hacia sus madres.