Esta obra es el documento inicial del pensamiento de Goldmann. Permite rastrear el origen filosófico de su peculiar concepción del marxismo, que él desarrolló después en el campo teórico y aplicó en estudios de sociología de la literatura. Como afirma en el prólogo que escribió para la edición alemana del libro, se proponía desarrollar un sistema de filosofía dialéctica cuyo primer eslabón sería la investigación sobre Kant.
Al mismo tiempo, este trabajo vale como genuina -y aun imprescindible- introducción al pensamiento de Kant. Guiado por una concepción histórico-crítica de las ideas kantianas, que ve en estas el primer eslabón de un pensamiento que a través de Hegel lleva hasta Marx, Goldmann pasa de la elaboración abstracta de las nociones de forma y contenido por parte de Kant a sus concepciones sobre filosofía de la historia: así, ambas vertientes del pensamiento de este recobran su sentido apoyándose mutuamente. Kant creó la posibilidad de una filosofía fundada en la idea de la comunidad humana. Es entonces el iniciador de un desarrollo que culminaría en la filosofía de la praxis y en el pensamiento dialéctico de la totalidad. Pero como tal, es decir, en la insuficiencia misma de sus ideas (que Goldmann vincula en cada caso con la situación social de su época, y en especial de Alemania), es Kant ese genial humanista, una de las cumbres del pensamiento occidental.