Con mirada atenta y sutil, con una emotividad desprovista de afectaciones, Paloma Díaz-Mas indaga en el cruce entre dos relatos, dos pasados: el familiar y el colectivo, el político y el personal. Ante la doliente constatación de la caducidad de la memoria, esta obra exhibe su voluntad de restaurarla, de reevaluarla, y lo hace con talento, energía y solidez.