Publicado originalmente en 1772, Los eruditos a la violeta?se postula una sátira breve y ligera contra un tipo de educación entonces frecuente: la erudición meramente superficial. Cadalso arremete contra aquellos que pretenden ser doctos y que «fundan su pretensión en cierto aparato artificioso de literatura», cuyo afán no es otro que el «deseo de ser tenido por sabio universal». Con un título alusivo al perfume de la violeta, uno de los preferidos de los jóvenes de la época, está escrita a la manera de un curso completo de todas las ciencias, dividida en siete lecciones para los siete días de la semana. La obra tuvo un éxito inmediato y fulgurante, hasta tal punto que Cadalso escribió un Suplemento, que se incluyó en ediciones posteriores, y?El buen militar a la violeta, publicado póstumamente en 1790. Con ideas que podríamos sostener igualmente en la sociedad actual, esta edición completa, pues incluimos las tres obras mencionadas, viene a cubrir un hueco en la historia de la literatura y el pensamiento. Y, gracias al minucioso estudio del profesor Joaquín Alvarez Barrientos, al fin las podemos comprender