Primera parte. El tiempo y el espacio.
Introducción; El medio físico y el histórico; La progresiva dominación del medio.
Segunda parte. El marco de vida y el pensamiento.
La creación de un marco de vida; La elaboración de un pensamiento y su transmisión.
Conclusión.
Bibliografía.
Glosario.
Créditos documentales.
¿Mesopotámicos? ¡No existen! Sumerios, acadios, asirios, hurritas, sirios..., sí. Pero en el país del Tigris y del Éufrates nunca nadie se identificó como mesopotámico. Mientras el término Mesopotamia para designar la cuenca hidrográfica formada por los dos ríos está consagrado por el uso y el de civilización mesopotámica no molesta a nadie, no es habitual designar a sus habitantes con el vocablo elegido como título de este libro.
La intención de este volumen es la de poner en evidencia las condiciones materiales de la vida de los mesopotámicos y de su actividad, poniendo el acento en una particularidad de nuestro acercamiento a esta civilización que proviene, como es natural, de su descubrimiento hacia la mitad del siglo XIX: antes de las primeras excavaciones no se la conocía más que por un texto escrito, la Biblia; seguidamente, la aparición de los primeros palacios asirios fue acompañada por la de las tablillas que pudieron descifrarse con rapidez. Se asocia, pues, de forma espontánea texto y arqueología, escritura y civilización. Pero estos documentos solo existen a partir del tercer milenio, de tal modo que se ha considerado que la civilización mesopotámica nacía realmente en ese periodo, lanzando a las tinieblas todo lo anterior. El autor, sin embargo, utiliza el término mesopotámicos para marcar la continuidad y la unidad profunda de una civilización que se forja en el Neolítico para morir a finales del primer milenio.