El Real Cuerpo de Ingenieros Militares fue uno de los organismos más sobresalientes al servicio de la monarquía hispana. Su creación en 1711 brindó a la nación de una compañía de élite, especialmente preparada, que velaría por su protección en un siglo marcado por numerosas disputas territoriales. Con la edición de este estudio se desea introducir a uno de los ingenieros militares más destacados de cuantos formaron parte de su plantilla, Luis Huet y Lambert. A través de un pormenorizado análisis biográfico y profesional se detallan cada una de las variadas comisiones asumidas durante su prolija carrera. Las distintas tareas que le fueron delegadas, entre las que destacan la creación y actualización de sistemas defensivos, la aplicación de tácticas para el reconocimiento y control territorial, tareas de espionaje o creación de nuevos espacios urbanos, son evidencia de la categoría de este colectivo ilustrado en la cohesión espacial y defensiva de los territorios hispanos. La excelencia de sus trabajos aún es visible en diferentes puntos de la península, especialmente en Cádiz, también en Ceuta, y apreciable e