Durante el verano suceden prodigios. Los días se alargan, las noches se llenan de grillos. Hay también tragedias, milagros a la hora de la siesta. Una mañana estival Irene aguarda impaciente la llegada de su nuevo hermanito, pero cuando por fin lo traen a casa descubre que no es un bebé, sino un trol con la boca llena de colmillos. Sin embargo, sus padres parecen no darse cuenta y lo tratan como a un niño. Durante los días siguientes Irene intentará descubrir qué sucede mientras su familia y su pequeño mundo se van desmoronando.