Al parecer, Yevgeny Gelman «no sufrió exactamente» todo lo que debería haber sufrido para poder obtener la compensación que el Gobierno alemán está pagando a los supervivientes del Holocausto. Pero padecer, ha padecido: como judío durante la guerra, como ciudadano de segunda clase en la Unión Soviética y después como inmigrante en Nueva York. ¿Y dicen que no tiene derecho?