El llamado caso Dreyfus se inicia el 26 de septiembre de 1894 cuando los servicios de contraespionaje del Ministerio de la Guerra francés interceptan un documento destinado al agregado militar alemán en París, cuya autoría se atribuye precipitadamente a Dreyfus, un militar francés de origen judío. Algunos medios de opinión (seguidos por la masa social francesa) aprovechan la ocasión para exaltar el nacionalismo, herido frente a Alemania, y a ello se une el antisemitismo creciente.