Nacido el 4 de septiembre de 1916 en Zaragoza, la breve pero intensa trayectoria de Fernando Palacios en el ámbito del Séptimo Arte ?truncada por su temprana muerte a los 49 años? demuestra el importante papel que jugó en uno de los periodos clave de la historia del cine español. Durante los años cincuenta y sesenta fue director de grandes éxitos, como El día de los enamorados (1959), Tres de la Cruz Roja (1961), La gran familia (1962), Marisol rumbo a Río (1963) o Whisky y vodka (1965). Su vocación por el mundo del audiovisual hizo que enseguida probara suerte en la profesión. Su tío, el prestigioso cineasta Florián Rey, le dio la oportunidad de participar como ayudante de dirección en varias de sus películas y le enseñó las claves prácticas de la realización fílmica. Una colaboración que con posterioridad se extendió a Ladislao Vajda, de quien fue asesor y ayudante de dirección, y del que tomó un cierto tono de realismo poético. En 1952 codirigió su primer largometraje, El tirano de Toledo, junto a Henri Decoin, aunque su debut en solitario llegó en 1958 con El marido. A partir de ese instante Palacios co