Wolfe retrata con ironía y humor el universo que envuelve Nueva York, desde el refinamiento hipócrita de Park Avenue hasta las calles salvajes y sucias que rodean Manhattan, por donde también campan la mafia y las nuevas sectas religiosas. Ricos empresarios, artistas, traficantes, jueces, policías, periodistas... conforman una colmena que es la verdadera protagonista de la obra.